Los derechos fundamentales de todo ser humano (La sanidad, la educación, la justicia, el derecho a una vivienda digna, a sacar adelante a una familia, a aspirar a una justicia real, accesible y gratuita...), nunca deberían ser objeto de negocio, especulación o privatización. Si un gobierno gestiona mal, cámbiese el gobierno. Pero que no se utilice la rentabilidad como argumento para el saqueo de los bienes públicos. Los derechos no tienen precio, ni son negociables.


lunes, 30 de mayo de 2016

El mejor regalo de mis padres

Leo El niño que olía a libro nuevo y me parece precioso. Mi padre me compraba el TBO y el Pumby cuando era pequeño. Y no me los dejaba leer hasta la hora de la siesta, si me estaba quietecito y callado, con lo cual siempre asocie, en adelante. la lectura con un premio. Después, durante mucho tiempo, mis domingos por la mañana consistían en gastar mi asignación semanal - 7 pesetas (0,0420708473068648 €) en la Plaza Redonda, donde buscaba mis libros de Julio Verne. Fui construyendo así mi propia biblioteca, a base de invertir mi paga dominical, y construyendo mi futuro, puesto que mi mente buscaba ansiosa las informaciones científicas de estas novelas que completaba con lo que encontraba de Ciencia-ficción. De ahí a la pasión por la Física, un paso fácil.

Nunca agradeceré bastante que mis padres me convirtieran en un lector adicto, pues leer es el mejor camino par la superación. Y como para tantos otros niños, y después mayores, el olor de un libro recién comprado era un adelanto apasionante de las aventuras y conocimientos que había detrás. De la misma forma que, cuando empezaba el curso y nos daban los libros (entonces, en aquella maravillosa academia a la que iba, la Academia Azorín, en la Callle Almirante nº 1 de Valencia, cuando empezaba un nuevo curso la entrega de los libros era una fiesta, y en cuanto llegábamos a los pupitres nos dedicábamos a olerlos y repasarlos. Maravillosa acción pedagógica conseguir que el alumnado rinda tributo y cuidado a los libros, maravillosos profesores eran aquellos de aquel Colegio-Academia Azorín). Tenía una profesora, la Sta Adela, un tanto católica ella pero muy buena profesora, que rápidamente me definió: "Este niño se lee todo lo que encuentra". Y es verdad, esa ha sido mi definición desde siempre.

Volvamos al olor de los libros. Me decían de fuentes profesionales que los países avanzados están volviendo, en las escuelas, a los libros de papel. Uno, que es informático y tiene portátil, ebook, tablet y tal, sigue encontrando un placer maravilloso cuando abro en la cama un precioso libro de papel, con sus tapas y todo, si es posible de encuadernación de bolsillo para que no se me canse la mano en las largas sesiones de lectura.

Amemos los libros. La gente que lee mucho, y muchos libros, dista mucho de aquel fanático que solamente sigue a un libro - religioso o político - que normalmente se ha escrito en circunstancias históricas y sociales muy diferentes. Hay que enseñar a leer, pero críticamente. A contrastar, a investigar, a no quedarte con el primero que viene a darte un libro que te va a enseñar el Camino pero sí a conocer ese y cualquier otro, saber por qué y quien lo ha escrito y darle el valor que corresponde. Un libro es el depósito del pensamiento de una persona que ha pensado, y con eso ya tiene un valor. Quien respeta los libros, respeta a las personas. Por eso los regímenes dictatoriales tienen en ellos a sus mayores enemigos, y por eso las librerías y las bibliotecas son lo más parecido a un templo.

Hay que enseñar el valor de los libros.

domingo, 22 de mayo de 2016

Libro recomendado: Secretísima Instrucción

Descubrí este "Manual de estrategia política en la Europa moderna" en la reciente Feria del Libro de Valencia. Me llamó la atención el título dentro de mi filia por los libros "maquiavélicos" en el sentido de consejos para la gestión de un reino, o mejor, de un reinado. Y tuve la suerte de tener frente a mi a Kilian Cuerda, erudito gracias al cual nos ha llegado este interesantísimo manuscrito, que me contó con deleite cómo había llegado hasta él y abrió en mí el interés por disfrutarlo.

El libro se nos queda corto, y como todos los libros interesantes se nos acaba cuando ya estamos "calientes" y queremos continuar aprendiendo. Tenemos un europeísta y vivido prólogo de Ana Noguera, que se implica con pasión en la defensa de esa Europa cultural con la que tantos queremos converger, y  la introducción de Killian nos prepara muy bien para la lectura de la traducción del manuscrito, de forma que cuando llegamos a la misma podemos disfrutar, perfectamente ubicados, de la sabiduría, astucia y retorcimiento de la política europea en la época de la Guerra de los 30 Años, episodio histórico del que me considero insuficientemente informado como, entiendo, gran parte de europeos y que es esencial para el entendimiento de nuestra Europa actual. Está claro que, en cuanto a mala uva, no hay nada nuevo en política y aún los actuales políticos europeos podrían aprender mucho. Tampoco estaría de más que en los ciudadanos cundiera el conocimiento de las artes con las que nos gobiernan, para que veamos con quienes tratamos.

Otra cosa que me ha gustado mucho son las referencias bibliográficas. Conseguirá que acabe leyéndome Aspects of political relations between Transylvania and the Polish-Lithuanian Union between 1613 AND 1618, que la verdad sea dicha, aún no he leído ;-). Puede ser mucho más cercano el "Breviario de campaña electoral" de Marco Tulio Cicerón, que seguro que mis correligionarios bibliófilos como Antonio Penades y sus seguidores del Club de Lectura Penadés y del Museo L'Iber se conocen bien. Y evidentemente, menciona como toca a lo largo del libro al maestro Maquiavelo, de cuyo "El Príncipe" comentado por Napoleón guardo amorosamente una antigua edición de Austral en la que todavía consulto con deleite los comentarios de Napoleón. Vaya peña.

En cualquier caso, hay que felicitar a estos militantes confesos del PSPV, Ana y Killian, su aportación a este ilustrado amor por Europa, y alegrarnos de que trascienda la labor de las bases de los partidos, cuando tanto hay que complementar la imagen que nos dan algunos de sus líderes.

No les vendría mal a más de uno leerse estos libros, e incluso asimilarlos para bien de todos. Al final, puestos a vivir entre maldades, bueno es saberse la teoría para no ser víctima de ellas.

sábado, 21 de mayo de 2016

Música recomendada: De Soprano y Arpa

Quienes ya conocíamos a Quiteria y a Úrsula no dudamos en acudir pronto el jueves al Ubik Café seguros de que la poderosa llamada de este grupo iba a abarrotar el espacio disponible.


Era la presentación de su nuevo CD. Una delicia. Las características especiales del local lo hicieron todo más cercano, especialmente por la gracia con la que ambas se presentan y con la que Quiteria va introduciendo las diferentes composiciones. Pero vamos a informaros de qué va todo esto para quienes aún no las conozcáis.

Para ello nada mejor que este artículo en nuestrasbandasdemusica.com, que os dará una información estupenda que creo innecesario repetir. Después de que la leáis, algunos vídeos que podéis encontrar en Youtube para que veáis el nivel en el que se mueven estas artistas:

Beau Soir, Claude Debussy (Número 7 en el CD)

Ave Maria, Frank Schubert

Ave Maria, Charles Gounod (Número 13 en el CD)

Nuit d'étoiles, Claude Debussy

Après un rêve, Gabriel Fauré (Número 10 en el CD)

Lascia ch'io pianga, G. F. Haendel Esta personalmente es la que más me gusta por mi pasión por el barroco.

Os invito también a que sigáis su Facebook.

Quiteria Muñoz no necesita empezar a cantar para gustarnos. Y cuando lo hace, nos deja impresionados con su voz. Y Úrsula Segarra nos convence de que el arpa está viva, y es su amiga, y de que además es fácil no solamente transportarla, sino sacar de ella esas deliciosas interpretaciones.

Y hay que hablar también del excelente acompañamiento al violín de Vicente Segarra. Para que disfrutéis con el conjunto os recomiendo estos vídeos, y para que saboreéis el arpa de Úrsula, no dejéis de escuchar esto. Evidentemente, me encantan de ellos Purcell y Haendel, pero es especial la sensibilidad con que impregna "The-winner-takes-it-all", y en el Adagio le sabe dar un precioso trasfondo de profundidad.

Ahora pensaba meterme con los autores, pero ya es muy tarde. Os recomiendo totalmente que sigáis a estas encantadoras artistas valencianas. Tenemos que valorar y apreciar lo mucho y bueno que da nuestra tierra. Que con el arte y la cultura levantemos nuestra dignidad como pueblo.

viernes, 20 de mayo de 2016

Batalla del Somme: 100 años.

Se acerca el centenario de esta batalla, paradigma para unos de los errores militares y para otros del desprecio a la vida humana. Para mi, después de haber mucho visto y leído sobre ella y visitado los campos de batalla (nunca suficientemente), un ejemplo cruel de cómo el clasismo imperante a principios de siglo permitió que las potencias industriales se deshicieran de millones de trabajadores "sobrantes" de la industrialización, pobladores de los guetos periurbanos y posible fuente de conflictos reivindicativos, ya nacientes en toda Europa.

El amparo de un patriotismo incentivado por las clases dominantes, la extendida incultura de las clases populares facilmente manejable y la cercanía histórica de las épocas del servilismo feudal hicieron que, incomprensiblemente, millones de hombres aceptaran una vida durísima en los frentes de batalla y una muerte cruel y casi segura en los avances hacia el enemigo con una sumisión que estalló principalmente en los incidentes y motines en el ejército francés en el 17.

Mucho de lo que hablar, mucho que comentar. Iré contándoos aquí cosas mientras os recomiendo esta web: http://www.historial.org/

Espero que el tema os parezca interesante, puesto que la historia militar ha condicionado nuestro pasado y tiene mucho que enseñarnos para el futuro.

domingo, 15 de mayo de 2016

Tranvía al Politécnico

Miércoles, día laborable. Casi las 14 horas. No caigo en que es la hora de salida del Politécnico y cojo el tranvía en Eugénia Vinyes para volver a Benimaclet. En D. LLuch sómos sólo cinco personas en mi vagón. Excepto yo, el resto enganchadas al móvil. Como ya viene siendo usual, voy enterándome de la vida e intimidades de una señora que grita al móvil (no habla) justo delante de mi.

LLegamos a Tarongers. Antes de parar, ya se aprecia una bola humana en la parada. Y digo una bola, no una masa. Los jóvenes politécnicos están amontonados cual abejas en un enjambre. A su alrededor sobra sitio, pero ellos están increíblemente arrimaditos todos, sin excepción, mirando sus móviles.

Se abren las puertas y la bola humana entra en el tranvía. Pero no creáis que se esparcen por los pasillos, excepto algunos que corren a sentarse sin dejar de mirar el móvil. No, La bola se queda junto a la puerta. Hay pasillo libre a derecha e izquierda, pero ellos siguen pegados, amontonados, sin dejar de mirar el móvil, sin levantar la cabeza, tapando la puerta.

Ya he visto ese fenómeno otras veces, y no deja de sorprenderme. En un instante, pienso en lo lejos que están esos chavales de imaginar que ese abuelo con bastones que los mira jocoso desde su asiento pertenece a la generación que inauguró el Politécnico y que iba caminando entre las vías del tren hasta esa construcción totalmente antipedagógica que eran "Las Hueveras", zona conocida posteriormente como "La Vella"). 

Curso 1969-1970.  Empezamos dando clase en las aulas habilitadas en los talleres de lo que era Agrónomos, en Blasco Ibáñez. El primer semestre lo pasamos con un frío horrible y goteras. Había quien abría los paraguas en clase y se quedaba con el abrigo puesto. Gloriosa población, compuesta de quienes ingresábamos directamente procedentes del Preu, cual reclutillas novatones, y de quienes venían a Valencia resabiados y toreados de otros "Selectivos" (lo era el primero de carrera entonces) de otras universidades, principalmente de Barcelona. Tuve ocasión de juntarme así con gente tan inolvidable como José Garnería, Moncho Borrajo y otros entrañables personajes que convertían aquello en una Universidad, frente al intento desesperado de sus opusianos creadores de crear un colegio de curas prolongado.

El segundo semestre ya pasamos a lo que iba a ser el Campus de Vera, "artísticamente" expropiado por el régimen (alguno de sus antiguos huertanos pasó a ser bedel o conserje del entonces Instituto Politécnico Superior de Valencia (IPSV),  (Que inauguró el mismísimo Franco, como  aquí os cuento.)
Estas nefastas aulas, sin aire acondicionado ni ningún tipo de ventilación en plena primavera valenciana (para más coña, una profesora de física famosa por su afición por los coches Jaguar nos insistía en que esas aulas eran el ejemplo del recipiente herméticamente cerrado) estaba en medio de la huerta, y generalmente el personal llegaba allí por el Camino de Vera, en coche el afortunado que entonces lo tenía. Otros llegábamos por la orilla de la vía del "tren churro", que salía de la Estación de Aragón. Toda una aventura diaria. Oí comentar entonces a unos abuelos huertanos que hasta hacía poco los zorros se acercaban hasta Polo y Peilorón, donde prácticamente acababan las casas.

Entonces, al salir no teníamos avenidas, ni tranvías, ni Valenbisis. Los que no tenían coche, que éramos la mayoría, volvíamos andando a casa y de nuevo a clase por la tarde, generalmente a dibujo técnico, que era una cosa que se hacía con Rotrings y reglas, sin Autocad ni ordenadores. La verdad, no me gustaba nada aquello del dibujo y fue la causa de que me cargaran el semestre, pues o aprobabas todas o vuelta a empezar con todo, nada de créditos.

Entonces había muy pocas chicas, cuatro en mi grupo de 120 alumnos al principio. Pocas eran las mujeres que iban por las enseñanzas técnicas. Cuando salíamos de clase, nos íbamos en peña a acompañarlas, en mi caso hasta la Plaza de la Virgen. O sea, que mi camino de vuelta a casa era del Poli hasta allí y luego a la Avenida del Puerto, andando. ¿Se lo iban a creer estos jovencitos moviladictos? No creo.

Volvamos al tranvía. Llegamos a La Carrasca. Más de lo mismo. La-bola-que-mira-al-móvil intenta entras compacta al tranvía (por cada una de las puertas una bola, conste). Pero la-bola-que-mira-al-móvil dentro ni se aparte de la puerta ni se mueve. Al final, milagrosamente, las dos bolas se compactan en una de mayor densidad pero no se extiende por los pasillos del tranvía. No vaya a ser que luego no puedan salir.

Lo mismo en la propia parada de La Politécnica. Total, que en previsión, me preparo para bajar en V. Zaragozá creyendo, iluso, que mi edad y mis bastones servirían para que - como se espera en una sociedad civilizada - esta gente me dejara paso hasta la puerta.

Pero no, en cuanto me levanto me atropella una jovencita, casi me tira, mientras se abalanza sobre mi asiento sin dejar de hablar por el móvil. El resto de la bola ni se altera, dale que dale. Les pido por favor que me dejen bajar. Y de entre todos uno sólo - uno sólo - levanta una cabeza tapada por unos auriculares rosa, me mira con cara de no entender nada y rápidamente baja la vista hasta el teléfono. Puto caso. Tengo que hacer uso de mi masa (considerable, ventajas del sobrepeso) y de mis codos de ex-karateka para literalmente abrirme paso entre zombis que ni me miran y poder bajar. Toda una experiencia. La próxima vez habrá que mandarles un mensaje al móvil que diga "ser educado es bueno", y que miren lo de educado en la Wiki.

Os aconsejo este trayecto para que veáis hasta que punto este hecho se da. En mis tiempos, como se dice, cuando una colla de universitarios, chicos y chicas, subía al trenet o al tranvía las risas y las conversaciones eran constantes y hasta se oían demasiado. Estos no, masa amorfa colgada de los móviles. ¿Estudiarán con el móvil puesto o se lo quitarán? ¿Funcionarán sin el móvil delante?

No sé cómo será ahora la vida en el Politécnico, o en la Universidad en general. Casi me alegro de no tener que dar clase a esta población tan lejana de mis parámetros. Pero me preocupa seriamente que, un día, esta bola de gente alienada pasará a ser proletariado tecnológico trabajador, y tendrá que defender sus derechos, y pensar, y vivir, y gestionar la sociedad. ¿O lo va a hacer todo a través del móvil?

Acongojante.

jueves, 12 de mayo de 2016

Música recomendada: Concierto de Cecilia Bartoli y Bryn Terfel con The London Philarmonic Orchestra, dirigido por Myung Whing Chung en Glyndebourne, 1999

Sigo enganchado de este concierto, como ya os he manifestado en mi página de Facebook, así que voy a intentar ampliar un poco más la información, de paso que disfruto aprendiendo. Estas son las referencias que he encontrado, ningún video.


Cecilia Bartoli no para de admirarme, por su virtuosismo y su tremenda expresividad. Como muestra, su interpretación en:


O interpretando a Rossini, en el Aria: Nacqui all'afanno...Non piu mesta .

O con Bryan Terfel, en Las Bodas de Figaro, Metropolitan de NY en 1.999, mismo año del concierto mencionado.

En cuanto a este bajo-barítono, Bryn Terfel, ha sido para mi un descubrimiento de este concierto, pues aunque ya lo había visto en algún vídeo (lamentablemente, nunca en directo) su interpretación de Mozart me ha encantado. ¿Y qué me decís de esta pasada, en ambiente más informal pero absolutamente genial.

Con esto creo que ya tenemos bastante información, y es muy tarde. De Terfel, os dejo con su Facebook, y aquí está el sitio oficial de Cecilia Bartoli

Espero que lo disfrutéis tanto como yo. Buenas noches.

sábado, 7 de mayo de 2016

Música recomendada: Pergolesi en Valencia

Retomo este blog que tenía, reconozco, abandonado por la dinámica de Facebook para compartir con vosotros una estupenda experiencia:

Me he sentido un privilegiado al poder disfrutar del Concierto-Stabat-Mater de G-B-Pergolesi en el Museo L'Iiber, interpretado por el Coro de Camara del Conservatorio Profesional de Musica de Valencia, así como por la Orquesta de Camara del mismo. Una delicia.

En primer lugar, el entorno. Hay que agradecer al Museo y a las entidades colaboradoras la organización de estos eventos culturales, tan deseados en Valencia. La sonoridad ha sido muy buena en el precioso patio, sin olvidar que la música elegida fue compuesta para ser cantada dentro de una iglesia, lo cual siempre añade componentes de majestuosidad y "ambientación", claro.

Pergolesi ha sido una elección acertadísima para poder dar entrada a las diferentes alumnas con el desarrollo del Stabat Mater. Me ha gustado especialmente la primera soprano, Teresa Bellido, quizás por su magnífico arranque en un ambiente tan difícil para ellas. Realmente, tengo una cierta debilidad por las sopranos, cosa totalmente subjetiva, quizás cuestión de oído, quizás buen recuerdo de las actuaciones de la valenciana Quiteria Muñoz, y cómo no, de mi adicción a la Caballé, haciendas aparte.

Como no tengo el vídeo de la actuación reseñada, os dejo con algunas de las que podéis encontrar en Internet:


Espero que disfrutéis un con estos enlaces un poco de lo que hemos podido disfrutar esta tarde. Hay que apoyar, sin duda, estas iniciativas.

Buenas noches y hasta la próxima